Levi Isaac tiene 5 meses y fue diagnosticado con síndrome de intestino corto, su llegada al mundo estuvo marcada por procedimientos médicos constantes que lo han mantenido hospitalizado la mayor parte de sus días.
Desde hace más de tres meses permanece en la Cardio, acompañado siempre por su mamá, Karen. Ella ha sido su fuerza, su compañía y su consuelo. Pero también ha tenido que enfrentar sus propios retos: la ansiedad, el cansancio y la soledad de ver a su hijo en un proceso tan complejo.
En medio de esa realidad, la Sala Familiar Ronald McDonald en alianza con La Cardio se convirtió en un lugar de respiro y seguridad para Karen. Allí puede preparar la comida que lleva para compartir con Levi en la clínica, lavar su ropa y, sobre todo, tomarse un momento para cuidar de sí misma. Los talleres de manualidades, los espacios de conversación y el simple hecho de salir una hora del hospital han sido claves para aliviar su mente y corazón.
Porque cuando una madre se cuida, también encuentra la fuerza para seguir cuidando a su hijo.
Testimonio de Karen:
“La Sala Familiar es mi refugio. Poder tener un espacio para mí, aunque sea un rato, me ha ayudado a sobrellevar todo esto y a seguir fuerte para mi hijo”.